Que ahora Medellín sea una ciudad de eventos y convenciones de nada les ha servido a los hoteleros del Centro. Para ellos la ocupación sigue siendo baja. Por eso le piden a la Alcaldía que le meta la mano al sector y que ayude para acabar con la estigmatización.
Y es que resulta paradójico que a pesar de tener el mayor número de atractivos turísticos, más establecimientos comerciales y financieros, todas las rutas de buses y ocho estaciones del metro, tengan los índices de ocupación por debajo de las otras dos zonas hoteleras: El Poblado y el triángulo Laureles-Belén- Estadio.
Para los administradores de los cuatro principales hoteles buena parte de la culpa es de la Alcaldía. Carlos Uribe del Gran Hotel, dice que no los tienen en cuenta para los grandes eventos de ciudad. Idea que comparte César Osorio, del Botero Plaza. De esa exclusión también aseguró ser víctima Julio Serna del Hotel Nutibara quien cuenta que, por ejemplo, a pesar de gestionar la participación del establecimiento en la feria Expocamacol que se celebrará en agosto, le negaron la entrada.
Además, todos coinciden en que a los huéspedes en la mayoría de los eventos se los llevan para El Poblado, argumentando que quieren hoteles cinco estrellas. Frente a las quejas la subsecretaria de Turismo de Medellín, Sandra Echeverri, explica que las recomendaciones que se hacen a los turistas desde su despacho y los puntos de información turística, están siempre vinculadas a lo que ellos estén buscando, y que el centro siempre está dentro de las opciones.
Katty Lorena Ladino, administradora del Hotel Internacional no titubea a la hora de señalar las debilidades del sector: indigencia, inseguridad, falta de señalización e iluminación y la presencia sin control de vendedores ambulantes. Apenas esta semana, seis meses después de empezar la administración, se nombró a Jorge Giraldo como gerente del centro. Y a principios del año mientras hacían las contrataciones, no hubo personal de espacio público que controlara a los venteros.
Aunque, como dicen los hoteleros, su presencia tampoco es que haga la diferencia. Hoy transitar por las calles del centro es una odisea: las aceras por más amplias que sean se reducen debido a las ventas ambulantes. Incluso por calles peatonales como Carabobo es casi imposible caminar. Echeverri responde que están trabajando de forma coordinada con la Policía de Turismo para que se genere sinergia en el cuidado del sector.
Aunque es importante destacar que en el centro no solo confluyen los esfuerzos de esa subsecretaría sino de varias dependencias de la Alcaldía y otros actores como la Policía Nacional. Por su parte, Uribe señala que también es preocupante el poco cuidado que se le da a espacios como la Plaza de Botero: "La infraestructura la están dejando caer y el ornato lo tienen ", dice. Y no se esfuerzan por frenar los establecimientos que 'vestidos' de hotel, están prestando otro tipo de servicios. Un secreto a voces.
Pero esta no es la primera vez que los hoteleros expresan su preocupación. Todos coinciden en que llevan años pidiéndole a la Alcaldía que haga algo. "Somos como los papás cuando se vuelven viejitos que los dejan abandonados", sentencia Uribe.
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