sábado, 16 de junio de 2012

Conducción en lluvia


Manejar no es un juego e implica responsabilidades. Más cuando un conductor se enfrenta a agentes externos, como la lluvia, una condición climática que obliga a tomar precauciones.

Por eso es importante tener en cuenta algunos consejos de gran ayuda cuando se está transitando por una carretera o calle mojada.

El auto debe tener una buena iluminación para no llevarse ninguna sorpresa, ya que la visibilidad se reduce mucho en estas condiciones.

Cambie el limpiaparabrisas si es necesario y realice test de funcionamiento.

Disminuya la velocidad por debajo de los límites permitidos.

Si la lluvia es muy intensa, encienda las luces de niebla delanteras y traseras.

Intente conseguir un producto que disperse la lluvia.

Revise siempre el depósito del líquido del limpiaparabrisas.

Recuerde que la temperatura interior/exterior empaña los cristales. Con el aire pueden lograr que los vidrios no se empañen, pero también es aconsejable usar un producto antiempañante.

Tengan cuidado, pues la lluvia y la niebla reducen la adherencia de los neumáticos hasta en un 50% sobre el asfalto.

Siempre mantenga la presión de los neumáticos en el nivel recomendado por el fabricante.

Si hay un charco grande de agua, vaya despacio, ya que se pueden mojar los discos de los frenos.

Maneje por el carril derecho.

Lo ideal es que su automóvil no tenga llantas lisas, pues éstas no ayudan en esta situación.

Tener siempre líquido en el depósito del limpiaparabrisas.

Además, tenga en cuenta que el asfalto está mojado y muy resbaloso y por eso no haga nada en este situación que después lo haga arrepentir.

El automóvil no solamente necesita gasolina y aceite. Existen distintos elementos de seguridad que hay que chequear y darles el mantenimiento adecuado o cambiarlos si es necesario. Hay que tener en cuenta que la visibilidad es muy importante y le permite al conductor frenar a tiempo, observar los peatones y tener la capacidad de reaccionar ante cualquier incidente que se presente en la vía. 

Cuando el asfalto está limpio y seco los riesgos disminuyen, pero en condiciones más exigentes, como lodo y lluvia, se pierde adherencia y se hace más difícil la maniobrabilidad. Por esta razón, no olvide chequear los limpiaparabrisas (cámbielos una vez al año) y tenga la precaución de revisar su vehículo, manteniéndolo en perfectas condiciones mecánicas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario