miércoles, 28 de agosto de 2013

Mientras dos de cada 10 adultos consultan por pereza, cinco de cada 10 adolescentes conviven con este mal hábito. La pereza interfiere con el estudio, el trabajo e incluso los movimientos. Cuando es constante, puede desencadenar trastornos mentales. ¿Qué es la pereza? La pereza, además de ser uno de los siete pecados capitales es un hábito que impide realizar actividades, movimientos o trabajos, esto se refleja como una patología o trastorno del comportamiento. ¿Cuáles son los síntomas? La pereza se puede convertir en un problema cuando se vuelve en una conducta diaria. El desinterés por las actividades diarias, fatiga constante y desaliento, son algunas de sus manifestaciones. ¿A quiénes afecta? La pereza puede afectar a cualquier persona, pero los médicos aseguran que son los adolescentes entre los 12 y 18 años, quienes más la padecen. También aparece en personas con excesivas cargas emocionales y laborales. Tratamiento Si la pereza se vuelve un hábito y una constante en las actividades diarias, hay que buscar ayuda profesional, en algunas ocasiones el ejercicio y terapias alternativas pueden aumentar la motivación, si el problema es crónico debe ser visto por un sicólogo.

Mientras dos de cada 10 adultos consultan por pereza, cinco de cada 10 adolescentes conviven con este mal hábito. La pereza interfiere con el estudio, el trabajo e incluso los movimientos. Cuando es constante, puede desencadenar trastornos mentales. ¿Qué es la pereza? La pereza, además de ser uno de los siete pecados capitales es un hábito que impide realizar actividades, movimientos o trabajos, esto se refleja como una patología o trastorno del comportamiento. ¿Cuáles son los síntomas? La pereza se puede convertir en un problema cuando se vuelve en una conducta diaria. El desinterés por las actividades diarias, fatiga constante y desaliento, son algunas de sus manifestaciones. ¿A quiénes afecta? La pereza puede afectar a cualquier persona, pero los médicos aseguran que son los adolescentes entre los 12 y 18 años, quienes más la padecen. También aparece en personas con excesivas cargas emocionales y laborales. Tratamiento Si la pereza se vuelve un hábito y una constante en las actividades diarias, hay que buscar ayuda profesional, en algunas ocasiones el ejercicio y terapias alternativas pueden aumentar la motivación, si el problema es crónico debe ser visto por un sicólogo.

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