domingo, 1 de septiembre de 2013

Museo de la Memoria de Medellín se queda sin director

Carlos Uribe renunció a su cargo argumentando falta de compromiso de parte de la administración. El Museo Casa de la Memoria tambalea. La renuncia de su director, Carlos Uribe, deja en el limbo el proyecto que pretendía ser un espacio donde las víctimas del conflicto armado de Medellín encontrarían la reparación que hasta ahora no conocen. En una sentida carta, Uribe le reclamó al alcalde Aníbal Gaviria la falta de compromiso administrativo hacia el Museo de parte de dependencias dedicadas a la protección de los Derechos Humanos. “(...) le confieso que me sentí solo, muy solo, al avatar de las pujas políticas y falta de liderazgo sobre este tema al interior de su equipo de trabajo. Pasé de 20 colaboradores en enero a 4 guerreras colaboradoras que me acompañan desde el mes de junio”, escribió. La misiva deja en evidencia la falta de apoyo presupuestal para el Museo que se entregó a medio terminar en diciembre del 2011, especialmente –según lo sostuvo Uribe– de la Secretaría de Gobierno y de la Unidad de Víctimas: “(...) poco o nada se interesaban (esas dependencias) en los destinos del Museo, literalmente no incluyó en su presupuesto anual al Museo, y mucho menos pujó frente al Concejo de la ciudad por incluirlo a las vigencias futuras”. Aunque Uribe prefirió no hablar del tema, pues le aseguró a este diario que la carta fue filtrada y que no quería profundizar en los motivos que tuvo para irse, es evidente que el inconveniente siempre giró en torno a los recursos que nunca se le dieron, pues como mínimo el proyecto requería de una inversión de 5.500 millones de pesos para su funcionamiento. “¿Piensa usted que un Museo, el primer museo oficial que ha tenido la ciudad, le queda grande a la administración?”. Esta fue la pregunta que le hizo al alcalde Gaviria en su carta de renuncia. Para Max Yuri Gil, director de la Corporación Región, que a la vez es parte del comité asesor del Museo Casa de la Memoria, la partida de Uribe es la muestra del desinterés de la administración por las víctimas. “El Museo es un coco que no se ha terminado, que no tiene recursos asignados para terminarse y que además de eso no tiene una propuesta museográfica clara. No está conectado con las dinámicas de las víctimas y de la sociedad, entonces el museo se ha quedado en el limbo”, dijo. Y es que para Gil es claro que el espacio no está funcionando como un “dispositivo de reparación integral para las víctimas” y menos está contribuyendo al esclarecimiento de la verdad ni a la reparación, que fueron los objetivos de su construcción o al menos lo que buscaba el exalcalde Alonso Salazar que junto a organizaciones sociales lo estructuraron. Esas falencias de la actual administración quedaron bastante claras en la renuncia de Uribe: “Creo que el Museo requiere un empuje suyo (del alcalde Gaviria) y compromiso personal no delegado, para cumplir con los retos y responsabilidades del estado municipal con los procesos de reparación simbólica en el marco de la justicia transicional (...)”. EL TIEMPO intentó hablar con la secretaria de Cultura Ciudadana, María del Rosario Escobar y con la vicealcaldesa de Educación,Cultura, Participación Recreación y Deporte, Claudia Restrepo, encargadas presupuestalmente del Museo, pero ninguna de las dos respondieron las llamadas. Redujeron los recursos Mientras en el 2012 el presupuesto del Museo Casa de la Memoria fue de 14.000 millones de pesos, este se redujo a menos de 4.000 millones, y para el 2014 y 2015 se tenían proyectados, hasta ahora, apenas 2.000 millones de pesos por año. Según la Corporación Región, desde que se entregó el espacio físico solo se han hecho un par de exposiciones pero aún no cumplen con la reparación simbólica a las víctimas. REDACCIÓN MEDELLÍN Herramientas

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