miércoles, 11 de septiembre de 2013

Los senos como armas de combate

Las feministas del movimiento Femen viven divisiones internas y son víctimas de ataques y amenazas Son mujeres jugando con fuego. Sus protestas contra todo, desde turismo sexual y cualquier forma de opresión sexista hasta el papa, usando como táctica de ataque los senos desnudos atraen atención, sonrisas y comentarios pero también enemigos peligrosos. Y así como son festejadas por la prensa internacional y sus fotografias publicadas en los medios del mundo, las feministas del movimiento Femen, han sido golpeadas, encarceladas y amenazadas en por lo menos tres continentes. En las últimas semanas han vuelto a ser noticia debido no a acciones de protesta sino a divisiones internas y a dos ataques brutales contra la fundadora del movimiento en Ucrania. La pelea interna comenzó cuando una de las seguidoras más visibles del movimiento, la tunecina Amina Tyler, anunció su decisión de distanciarse de Femen por considerar que el movimiento es Islamofóbico. La joven de 19 años se hizo famosa cuando fué encarcelada en Túnez despuês de haber escandalizado al mundo árabe al comienzo del año al publicar en el internet fotos de si misma con la consigna “mi cuerpo me pertenece” escrita sobre sus senos desnudos. Gracias, entre otras cosas, al apoyo internacional conseguido con numerosas protestas por parte de Femen en diferentes paises y por lo cual varias miembros fueron también encarceladas y mas tarde liberadas, Amina salió libre este mes. Sus colegas de Femen no están contentas con la deserción. “Está bien que se vaya. Todas son libres en sus decisiones y yo lo entiendo. Pero Amina traicionó a las miles de compañeras que lucharon para apoyarla y gracias a lo cual esta libre,” declaró Inna Shevchenko, la líder mas reconocida del movimiento en Europa. Entretanto en Ucrania, cuna del movimiento, la fundadora Anna Hutsol, una mujer de 30 años, peliroja de cabellos muy cortos, seria y dedicada fué víctima, junto con otras dos activistas, de violentas golpizas por parte de hombres al parecer pertecientes a un movimiento de extrema derecha. Según Hudsol, se trata de agentes del gobierno cuyo objetivo es amedrentarla para obligarla a salir del país. “Los ataques fueron diseñados para intimidarnos. Cada una debemos decidir si somos activistas o no y si seguimos adelante o nos damos por vencidas.” Anna Hudsol inició Femen en 2008 para denunciar los casos de muchas mujeres engañadas con ofertas de falsos trabajos en el exterior y luego forzadas a ser prostitutas. “Una mujer no tiene patria. Es objeto de repressión en Egipto, Ucrania, Francia, Estados Unidos y dondequiera que esté,” dijo en una entrevista. La fundadora admitió temer por su vida y estar considerando pedir asilo como hizo su colega y compatriota Inna Shevchenko quien, con figura de modelo, rubia, alta y delicada a tan solo 22 años, se ha convertido en una figura internacionalmente famosa por su agresivo militantismo y su belleza. Inna pidió asilo en Francia a raiz de las amenazas de muerte recibidas por haber destruido, en una plaza pública de Kiev, una cruz como protesta contra la hipocrecia de la iglesia católica. La bella Inna llegó a París en agosto pasado para unirse a la rama francesa del movimiento y crear una escuela de entrenamiento. Para celebrar ambos eventos decidió organizar un golpe que sobrepasó en atrevimiento a muchos de los que Femen habia protagonizado hasta entonces. Con otras siete jovenes militantes francesas vestidas con abrigos que les cubrian el cuerpo entraron a la catedral de Notre Dame, donde para celebrar los 850 años habia una exposición de campanas recién forjadas para el campanario. Y mientras los turistas caminaban a su alrededor se quitaron los abrigos para mostrar sus torsos desnudos al grito de “no mas papa” mientras golpeaban las campanas rítmica y coreografiadamente para permitir a los periodistas y fotógrafos (avisado por Femen) las mejores vistas de los mensajes pintados en negro en su pechos y espaldas: “No mas papa,” “el juego terminó” y “adiós Benoit.” La condena por parte del establecimiento francés y la opinión pública fué generalizada pero la prensa mantuvo sus simpatias con el movimiento. “Queremos mostrar la hipocrecia de las sociedades,” explicó entonces Inna quien es bien conocida por sus declaraciones incendiarias. Engañosa vulnerabilidad El problema y el atractivo de Femen son parte de la misma moneda. Por un lado sus imágenes son efectivas y motivan aprecio. Vistas en fotos y videos, con coronas de flores en la cabeza, los senos descubiertos escritos con consignas de protesta, gritando mientras policias armados o agentes de seguridad las maltratan para inmobilizarlas, esas mujeres en su mayor parte jóvenes, esbeltas y bonitas, cuya edad promedio es 25 años, parecen al mismo tiempo vulnerables y fuertes. En una cultura en la que la desnudez femenina es utilizada para objetivar a las mujeres y para promocionar la venta de toda clase de cosas, el uso de los senos desnudos como armas de combate es sin duda impactante. El riesgo sinembargo, como empieza a ocurrir, es que la ideologia y tácticas “sextremistas” de Femen provocan la furia de movimientos ultra religiosos y de extrema derecha dispuestos a atacarlas violentamente. Al mismo tiempo la policia y gobiernos en los paises donde organizan apariciones sorpresivas en eventos públicos y ceremonias oficiales, tienden a percibirlas mas como fastidiosas molestias que como representantes serias del feminismo lo cual las deja desprotegidas en una especie de limbo ideológico que propicia indiferencia oficial. “Somos la tropa de choque del feminismo, la encarnación moderna de la palabra audacia,” escribió Inna Shevchenko en un artículo publicado en un diario inglés. Los movimientos feministas, sinembargo, no consideran a Femen como representativo de su lucha. La actitud general entre las feministas mas conocidas ha sido de desdén. “ Feminismo fast food” las llamó la feminista Mona Chollet en el diario Le Monde. Y mientras para las activistas de Femen el feminismo tradicional parece acartonado y fuera de contacto con las nuevas generaciones, a las feministas vestidas de la vieja guardia las mujeres topples de Femen les parecen arrogantes, ofensivas y superficiales. La reducción permanente de las mujeres a sus cuerpos y su sexualidad, la negación de sus capacidades intelectuales, la invisibilidad social de las que no pueden complacer la mirada masculina, son piedras angulares del sistema patriarcal contra el cual lucha el feminismo tradicional. La desnudez de Femen parece ir precisamente en contra de esa lucha y por eso es motivo de burla y critica. Pero la desnudez, como escribió el autor del libro Una historia corta de la desnudez, “sigue siendo una provocación aún en el siglo XXI y aunque pensamos que somos muy avanzados y lo hemos visto todo, todavia es un gran evento.” Y las mujeres de Femen lo saben. “No estamos tratando de ser bellas o atractivas," dijo Inna Shevchenko. "Usamos nuestra desnudez como un arma,” Y ha sido un arma efectiva. Femen cuenta con mas de 150.000 seguidores, su sitio web ha recibido hasta 500.000 visitas en un mes y en el internet hay mas de un millon de historias escritas acerca del movimiento. Escuela de Sextremismo En Paris, entretanto, la bella Inna entrena a sus tropas. “Las piernas abiertas, los brazos firmes. Ahora griten con todas sus fuerzas Desnudez es libertad. Desnudez es libertad,” En el Lavoir Moderne Parisien, un viejo teatro en desuso al norte de la ciudad en un barrio habitado en su mayor parte por inmigrantes árabes, que tiene escrito a la entrada: "Vinimos, nos desvestimos, conquistamos," las jóvenes pupilas siguen las instrucciones. La mayor parte de ellas son novatas atraidas hacia Femen porque han sido víctimas de sexismo, violencia doméstica o desigualdad de condiciones laborales. Aparte del entrenamiento físico y las clases acerca de cómo responder cuando la policia interviene y cómo entrenar la voz para hacerse oir, reciben clases de jujitsu, un arte marcial japonés. A esas sesiones nunca faltan periodistas, fotógrafos y camarógrafos quienes son siempre invitados privilegiados. Para estas militantes Femen es un modo de vida, un compromiso de tiempo completo, una entrega fanática a las causas que defienden. Y los senos desnudos son un atractivo innegable para los medios de comunicación sin cuya atención el movimiento no podría mantener su lucha. Cecilia Rodriguez para EL TIEMPO Luxemburgo HerramientasImprimirReportar ErroresCompartirGuardar artículo

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