jueves, 7 de junio de 2012

Escaleras eléctricas en la Comuna 13 esperan más usuarios


Un mes después de la entrega del proyecto, aún faltan obras y más caminantes. "Por su seguridad siga estas indicaciones al usar las escaleras: Tenga cuidado, mire siempre al frente, amárrese los cordones, evite estar descalzo..." Este es uno de los mensajes que se escuchan constantemente en las escaleras eléctricas de la comuna 13.

Terminales Medellín, entidad que las está operando, es responsable de las advertencias que salen de los pequeños parlantes instalados en las escaleras y que también incluye despejarlas después de usarlas, llevar niños pequeños y mascotas en brazos, sujetarse bien del pasamanos y darles la mano a los pequeños y adultos mayores.

Pero esos mensajes tienen que pelear con el sonido de las sierras eléctricas.  Estas herramientas permanecen en el lugar, acompañadas del polvo y personal de construcción. Aunque el proyecto fue inaugurado hace un mes, la segunda parte no ha sido entregada.  Se trata de las obras urbanísticas (un par de edificios) y de la vía del reversadero que va hasta la calle 38, más de 200 metros en los que han tenido que intervenir el sistema de alcantarillado y las redes de energía telefónicas.

Carlos Alberto Molina, gerente de Terminales Medellín, está a la espera de las entregas de estos trabajos complementarios que destinarán para algunas entidades oficiales como el Inder. Rubén Cifuentes, contratista residente de la obra espera poder entregar todo lo que falta al finalizar julio o inicios de agosto.
Estos trabajos han hecho que los comerciantes se vean afectados. "Las ventas se han mermado porque la gente prefiere pasar por otro lado que por la calle", expresa Luz Uribe, propietaria de la tienda La Esquina de los Uribes.

Ayer a las diez de la mañana eran pocas las personas que se veían transitando por las escaleras. Las horas pico son entre las siete y ocho de la mañana y las seis y siete de la noche, así como los fines de semana con los turistas. Cifuentes comenta que la gente no tiene que utilizarlas por necesidad: "Hay otros sistemas de transporte y la población a la que sirven (las escaleras) no es muy abundante". 

Para los habitantes de la zona son muy útiles, por los enfermos, adultos mayores y menores de edad, pero esperan que las personas del sector y los visitantes las utilicen más.
Lo cierto es que durante 12 horas del día hay gestores pedagógicos de Terminales Medellín haciendo un acompañamiento para que haya un adecuado uso de este particular medio de transporte.

Seguridad en el lugar 

La Policía también hace presencia para velar por la seguridad. El patrullero Edward Calderón asegura que el conflicto ha disminuido, al igual que el índice delincuencial.  "Hacemos continuos patrullajes, requisas, planes de control e identificación de personas", asegura Calderón. 

Esta misma idea la comparte Olga Cecilia Holguín, habitante del barrio Las Independencias: "Los muchachos (del combo) las cuidan y a este lado no hemos vuelto a sentir problemas ni tiroteos", afirma.
Las escaleras al aire libre esperan ser pisadas por más personas del sector y de los visitantes que curiosos llegan a conocer el "único barrio del mundo con escaleras eléctricas públicas", como está escrito en un letrero que cuelga de una casa del barrio.   

Los niños son motivo de quejas  

Personas del sector y el operador cuestionan el uso inadecuado que hacen los niños de las escaleras. Los gestores pedagógicos han tenido algunos problemas porque las utilizan para jugar.  Liliana Vargas, habitante del sector asegura que "los niños son muy cansones, porque se suben, se bajan, se devuelven y corren". Pero esto pasa al principio porque es una novedad.

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