Los propietarios deben tener en cuenta que un buen funcionamiento de los automotores va a facilitar la aprobación del proceso.
Es fácil pensar que para volver chatarra un carro cuya vida útil ha expirado sólo es necesario que esté viejo o que ya no sirva. Pero la realidad de la chatarrización es otra, pues si los propietarios quieren iniciar este proceso con sus automotores, estos tienen que cumplir varios requisitos relacionados principalmente con el buen funcionamiento.
El cumplimiento de dichos requisitos es evaluado por el SENA, en apoyo al Ministerio de Transporte, mediante la verificación de la procedencia y el buen estado y funcionamiento de los vehículos.
Antes de llegar a esta parte de la revisión, los vehículos ya han debido ser previamente postulados, revisados por la SIJIN que certifica que no tengan ningún problema jurídico o ningún siniestro.
Una vez en el SENA, se les hace el chequeo respectivo y se garantiza que cumplan con ciertos parámetros. “Nosotros verificamos la procedencia de los vehículos, la calidad, miramos que estén cumpliendo con todos los requisitos de funcionalidad, que no nos vayan a llegar vehículos demasiado dañados. Al menos tienen que estar funcionando adecuadamente, que puedan andar, que les sirvan los sistemas de freno, de dirección, de transmisión”, explica Luis Bernardo Duque, instructor del área automotriz del centro de la tecnología de la manufactura avanzada del SENA.
Al ser aceptado el vehículo, “se deja en unos patios en Caldas, donde un personal con equipo especializado los desarma y los corta. Posteriormente la empresa Diaco, en el departamento de Boyacá, es la que termina de hacer el proceso de desintegración, allá son fundidos”, agrega Duque.
“Si al vehículo le falta un componente que impida su funcionamiento, es rechazado”, aclara el instructor, pero asegura que a los casos que tengan arreglo se les da una nueva oportunidad de aplicar al proceso una vez sean reparados.
Finalmente es el Ministerio de Transporte quien da a los propietarios el reconocimiento económico respectivo. En ningún caso la desintegración se le hará a vehículos que no tengan el visto bueno de las entidades, ni siquiera si los propietarios no buscan acceder al dinero que otorga el Ministerio.