martes, 17 de septiembre de 2013

Gas vehicular remplaza el diésel

Las cada vez más exigentes normas sobre emisiones que se están presentando para la operación de vehículos, especialmente de aquellos dedicados al trabajo, bien sea en la movilización de carga o de pasajeros, obligan a los transportadores a buscar alternativas ambientalmente eficientes que no conlleven una pérdida de las prestaciones de sus equipos. El advenimiento del gas natural vehicular se ha convertido en una alternativa para este propósito. Inicialmente su desarrollo se ha presentado de manera fuerte en vehículos tipo automóvil, bien sea de transporte particular o público, en vans y furgonetas pequeñas y en algunos tipo 4x4. Pero ya comienza a derribarse un mito, señala el experto Javier Arango, según el cual no era posible desarrollar un motor de gas natural vehicular para automotores impulsados con diésel. Motores a la medida Explica el ingeniero Arango que los primeros desarrollos se han concentrado en los motores de vehículos tipo NPR, ya que son los de mayor volumen hoy en el mercado. "Además, cada motor tiene una tipología y un trabajo específico. No se puede estandarizar un único motor para cualquier tipo de vehículo". El proceso, a diferencia de lo que sucede con las conversiones de gasolina a gas natural, no deja en operación un sistema dual en el que se puede elegir el tipo de combustible con el que operará el carro en un determinado momento. En este caso se habla de una transformación porque el motor queda totalmente dedicado a gas. Solo con el proceso de transformación un carro ya pasa a cumplir con norma de emisión Euro III, y con la adición de un catalizador, se podría clasificar como emisiones Euro IV. El desarrollo de los motores transformados se ha concentrado en las gamas comerciales porque el uso de tecnología diésel es obligatoria en ellos, desde la década de los años 80 del siglo pasado. Podría hacerse también para vehículos de uso particular pero aún en estos segmentos el diésel no tiene una presencia tan fuerte. Beneficios Firmas como Nutresa, Servientrega y TCC ya cuentan en sus flotas con vehículos de este tipo. Entre las ventajas del cambio, según los análisis posteriores hechos por los técnicos de Autofrancia Gas, se encuentra el ambiental con reducción a cero de emisión de materiales particulados y muy pocos hidrocarburos. La facilidad y economía de los procesos de mantenimiento al contar el motor con menos piezas susceptibles de daños y desgastes. Pero también se presentan otros beneficios, que incluso impactan a los operadores de los equipos de transporte. Como lo señala Jorge López, conductor de un bus transformado de diésel a gas natural vehicular que opera en rutas de Sabaneta. "El ruido se redujo prácticamente a nada, frente a las vibraciones y el sonido que producía el motor antes de la transformación". Además existe una importante economía en combustible porque en una ruta de cerca de 300 kilómetros diarios solo con llenar el cilindro una vez se puede cumplir todo el recorrido, además no se presenta pérdida de potencia y el carro puede atacar pendientes y condiciones de tránsito difíciles, sostiene.

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