jueves, 19 de septiembre de 2013

Coyuntura/ Control de precios de medicamentos: tarea difícil

Es necesario generar una regulación que, si bien controle y normalice los precios, genere incentivos que agreguen valor y sean una base sólida para la viabilidad de todo el sistema en el largo plazo. Como director general de un hospital universitario como el Instituto de Ortopedia Infantil Roosevelt, a lo largo de los años he estado involucrado en las discusiones referentes a las reformas al sistema de salud en Colombia. Uno de los temas obligados en dichos debates está relacionado con el costo de los medicamentos y el papel de los hospitales en gestionar su administración. No cabe la menor duda que al país le conviene impulsar la regulación de los precios de medicamentos a la luz de la evidencia de la desproporción de las tarifas que se manejan en Colombia frente a las del ámbito internacional. Es una necesidad urgente. Sin embargo, es necesario adelantar dicha regulación atendiendo y entendiendo el entorno y las condiciones de todos los actores del sector. Una de las primeras variables a tener en cuenta es que los hospitales no vendemos medicamentos, sino que gestionamos su administración. Por lo tanto, no resulta válido unificar el precio de los medicamentos en todos los canales de venta. No es comparable la comercialización de un medicamento en una farmacia con el suministro o aplicación del mismo en un hospital a sus pacientes. Lo anterior se debe a que el tendero o farmaceuta tiene como único proceso entregar al paciente el medicamento, asumiendo este toda la responsabilidad del buen uso o no del mismo. En el caso de un hospital existe un proceso más robusto para la administración del medicamento. La ley nos obliga a realizar una serie de pasos y procedimientos que se realizan estrictamente desde que llega el medicamento a las instalaciones hasta que es suministrado al paciente. Esta gestión le agrega valor al medicamento, asegurando que el paciente recibe lo que debe recibir según su condición y diagnóstico clínico. Por esa razón, porque no vendemos sino que administramos, los hospitales debemos cubrir los costos de dicha gestión a través de la tarifa de los medicamentos. Es importante resaltar otras características y riesgos a evaluar: 1. La tasa adicional al medicamento al ser suministrado por hospitales e IPS. El Ministerio es consciente de la diferencia expresada anteriormente. Ha propuesto que sea permitido un costo del 12 por ciento adicional al precio del medicamento al ser suministrado en estas instituciones. Este porcentaje no es suficiente porque no cubre los costos directos de administración y porque algunos de los ingresos provenientes de esa mayor tarifa se utilizan también para subsidiar costos de otros procedimientos. 2. Las actualizaciones de manuales de procedimientos y tarifas. La razón por la cual se deben subsidiar procedimientos es porque manuales y tarifas están desactualizados. Si se quisieran optimizar los cálculos para la regulación de los medicamentos, y apoyar la viabilidad de todo el sistema, esta actualización sería uno de los primeros pasos a dar. 3. Los precios internacionales sirven de referencia pero no de guía. Se ha utilizado este argumento con fuerza para promover la regulación del precio a nivel local. Si bien pueden ser una referencia, no son comparables por las condiciones particulares de cada país y de cada sistema. 4. La regulación trae como riesgo característico el contrabando. Cuando se regulan precios se corre el riesgo de que no haya oferta de medicamentos en razón a la falta de atractivo comercial para las casas farmacéuticas. El país también tiene que ser precavido ante la posibilidad de que la industria farmacéutica decida no volver a traer algunos medicamentos a Colombia. Esto incentivaría el contrabando, como ocurría hace algunos años en el mercado. José Ignacio Zapata Director Instituto de Ortopedia Infantil Roosevelt

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